La aplicación del CBCA en contextos judiciales sensibles exige una comprensión profunda tanto del instrumento como del entorno en el que se utiliza. Como psicólogo forense especializado en evaluación de testimonios, he observado cómo el uso inadecuado o mecánico de esta herramienta puede derivar en errores interpretativos con consecuencias relevantes a nivel penal o civil.
El CBCA —centrado en el análisis de contenido de declaraciones— no es un sistema automático de veracidad, sino un conjunto de criterios profesionales que deben ser interpretados en función del contexto, la narrativa y las variables clínicas de la persona evaluada.
CBCA en contextos judiciales: qué se evalúa técnicamente
El análisis CBCA (Criteria-Based Content Analysis) parte de la idea de que ciertos rasgos lingüísticos, estructurales y expresivos están más presentes en declaraciones auténticas que en relatos ficticios. Sin embargo, su valor técnico forense depende de:
- cómo se recoge la narrativa (espontánea vs dirigida),
- cómo se analiza la coherencia interna del testimonio,
- y cómo se vinculan los criterios a un marco clínico-forense más amplio.
En la práctica, evaluamos aspectos como:
- estructura lógica del relato,
- detalles no esperados o sensoriales,
- correcciones espontáneas,
- referencias contextuales precisas,
- y ausencia de esquematización defensiva.
Estos elementos no son concluyentes por sí solos. Su interpretación debe integrarse en un análisis estructurado, evitando lecturas mecanizadas o simplistas del resultado.
Variables que modulan la interpretación del CBCA
La aplicación rigurosa del CBCA exige tener en cuenta factores personales y contextuales que pueden influir en la presencia (o ausencia) de criterios. Como perito judicial psicólogo, observo con frecuencia las siguientes modulaciones:
1. Edad y desarrollo cognitivo
En menores de edad o personas con desarrollo verbal limitado, es posible que los criterios no se manifiesten con la claridad esperada. Esto no invalida el testimonio, sino que obliga a ajustar el análisis a las capacidades expresivas reales.

2. Estado emocional o clínico
La disociación, el trauma o los síntomas depresivos pueden afectar la fluidez narrativa o la capacidad de evocación. El CBCA no debe aplicarse sin considerar estos elementos clínicos que modulan el contenido verbal.
3. Formato de entrevista
Si el testimonio ha sido condicionado por preguntas sugestivas, repeticiones o ambientes judicializantes, el análisis CBCA pierde fiabilidad. Solo una recogida narrativa técnica permite extraer indicadores válidos.
Dificultades frecuentes en la aplicación del CBCA
Uno de los errores más comunes es considerar el CBCA como una herramienta diagnóstica cerrada. El CBCA no ofrece puntuaciones concluyentes, ni un valor de veracidad numérico, ni puede utilizarse como único criterio de evaluación.
En mi experiencia en evaluación psicológica forense, los errores más frecuentes incluyen:
- aplicar el CBCA sin entrevista libre previa,
- usarlo como checklist sin integración clínica,
- no considerar el impacto del trauma o la sintomatología en la expresión verbal,
- y asumir que un testimonio sin criterios CBCA es necesariamente falso.
En contextos sensibles —como delitos sexuales, violencia de género o custodia en situaciones de abuso—, estos errores pueden afectar negativamente a las víctimas o producir conclusiones forzadas.
Valor técnico de una aplicación estructurada
Aplicar el CBCA en contextos judiciales requiere más que saber los criterios: exige saber cuándo, cómo y por qué aparecen o desaparecen ciertos indicadores. Una interpretación profesional integra:
- el contenido narrado,
- el estilo de la entrevista,
- el perfil clínico del evaluado,
- y la coherencia emocional del discurso.
Este enfoque es clave en informes de credibilidad del testimonio, evaluación de abuso infantil, contrapericiales o defensa penal técnica. Solo desde una posición crítica y fundamentada se puede defender el valor técnico del CBCA en procedimientos judiciales complejos.
La aplicación rigurosa del CBCA en contextos judiciales sensibles no consiste en seguir una receta, sino en analizar con criterio psicoforense cada testimonio en su singularidad. Lo contrario sería técnica y éticamente inaceptable.

